Agnès Varda nació en Bruselas, pero vive y trabaja en Francia. Es directora de cine y perteneció a la famosa corriente de la nouvelle vague francesa. Ha sido una de las pioneras del cine feminista. Estudió historia del arte en la École du Louvre antes de trabajar como fotógrafa oficial del Théâtre National Populaire (TNP) de París. Pronto se interesó por el cine. Después de pasar unos días grabando en Sète, en el barrio La Pointe Courte, para un amigo con una enfermedad terminal que no podía ir, decidió rodar una película, la primera, La Pointe Courte (1954), que narra la historia de una pareja y su relación en Sète. Esta película es la precursora estilística de la nouvelle vague. Sus películas y documentales son de carácter realista y social.
Estuvo casada con el realizador Jacques Demy. En la película Jacquot de Nantes (1991) Varda relata la niñez de Demy y su amor por el teatro y el cine, y le rinde homenaje en Les Demoiselles on teu 25 ans (1993) y en L’univers de Jacques Demy (1995).
Entre sus películas, destacan Cleo de 5 a 7 (1961); Les créatures (1966); La felicidad (1965); Contestación de mujeres (1975); Una canta, la otra no (1977); Sin techo ni ley (1985), León de Oro del Festival de Venecia; Los espigadores y la espigadora: dos años después (2002), y Les plages d’Agnès (2008), Premio César en 2009.
Ha recibido el Premio René Clair de la Academia Francesa y el Premio Henri-Langlois, entre otros, y es Comendadora de la Legión de Honor.
Agnès Varda recibe el Premio LiberPress 2011 por su espléndida carrera cinematográfica, de un gran compromiso social y un profundo feminismo, en la que estudia la humanidad, la filma y representa con la máxima ternura y emoción, y convierte a sus personajes en personas. Su energía, entusiasmo, curiosidad y amor por el cine, su intuición y respeto como testigo de las vidas ajenas, hacen de ella una cineasta única y universal.