Caddy Adzuba (Bukavu, 5 de abril de 1981) es abogada, periodista, locutora y activista por los derechos de la mujer, la infancia y la libertad de prensa en el Congo. Estudió derecho en la Universidad Oficial de Bukay. Está amenazada de muerte desde que denunció la violencia sexual que sufren las mujeres de su país, que está en guerra desde 1996. Ha estado a punto de morir asesinada en dos ocasiones, y tiene protección de la ONU. Trabaja en Radio Okapi, una emisora de la ONU, en la República Democrática del Congo. En el año 2014, fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de la concordia. Ha denunciado las torturas y violaciones de las que son víctimas las mujeres y las niñas congoleñas, y promueve su reinserción en la sociedad. Cuando llega a casa, cada noche, después de una jornada de trabajo en Radio Okapi, da gracias a Dios y piensa que ha sobrevivido un día más, que no ha sido asesinada ni violada,
a diferencia de lo que les pasa a tantas mujeres de su país. «En aquel momento me pregunto si al día siguiente seguiré viva y podré volver a la emisora, porque no sé si durante la noche entrarán en casa para matarme», dice. En el año 2009 le entregaron el Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado, en Córdoba, «como símbolo del coraje de las mujeres africanas y de las periodistas que arriesgan diariamente su vida en África». En 2009 también recibió el Premio de la Asociación de Mujeres Periodistas El Club de las 25; en 2010, el Premio Internacional Libertad de Prensa de la Cátedra UNESCO de Comunicación de la Universidad de Málaga, y en 2012, el Premio La Mujer del Año, del Consejo Regional del Valle de Aosta (Italia). Pour quoi? (2012), una película corta de Ouka Leele, recoge el testimonio de Adzuba sobre las violaciones a mujeres y niñas en su país.
Caddy Adzuba recibe el Premio LiberPress 2016 por su coraje y su determinación como periodista que lucha contra la violencia hacia las mujeres y las niñas en África, y que denuncia la explotación sexual y los excesos cometidos por los militares, lo cual la ha llevado a mantenerse valientemente firme, a pesar de las amenazas de muerte; por ser un ejemplo de mujer intrépida y valerosa, y ser la voz, principalmente por medio de Radio Okapi, de las mujeres africanas que sufren todo tipo de violencia y discriminación, y por promover el respeto a los derechos humanos en el Congo.