Salvador Puig Antich (Barcelona, 30 de mayo de 1948) fue un joven militante anarquista y antifascista que formó parte del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), que apoyaba la lucha obrera y la revolución armada para intentar hacer caer la dictadura franquista. En otoño del año 1973 fue detenido por la muerte de un policía en un tiroteo durante su detención. Después de ser torturado y sometido a un juicio irregular y sin garantías, fue condenado a muerte por un consejo de guerra militar. A pesar de la presión internacional para que le conmutaran la pena, lo ejecutaron por garrote vil la mañana del 2 de marzo de 1974 en la sala de paquetería de la prisión Modelo de Barcelona, en medio de la indignación popular.
Lluís Llach le dedicó el tema «I si canto trist», que daba título a su disco del año 1974. Joan Isaac compuso y cantó «A Margalida» (1976) en homenaje a Puig Antich y a su compañera. En 2005 Loquillo también compuso una canción dedicada a su memoria, «El año que mataron a Salvador». Se han escrito libros de poemas, de historia y de teatro, y se han rodado películas (Salvador) sobre su vida y su muerte. Joan Miró pintó la serie «La esperanza del condenado a muerte». El 5 de marzo de 2016 se inauguró una plaza en el barrio de Roquetes de Barcelona con un mirador con vistas a la ciudad y un monumento en su nombre.
Habíamos pensado anotar aquí quien fue el juez militar del proceso en el que fue condenado y la composición del Consejo de Ministros del dictador Franco que permitió y ratificó la ejecución, pero finalmente hemos decidido que sus nombres no manchen esta página y que lo mejor es que se queden en el silencio y el desprecio de su ignominia y su infamia.