Jacinto Marqués Mancho nació en Lleida (en el hospital más cercano a Camporrells) el 7 de febrero de 1966. Se diplomó como ingeniero industrial en la Universidad de Lleida y trabajó como profesor en La Salle de Mollerussa del 2000 a 2012. Su experiencia en cooperación internacional comenzó en 1992, en colaboración con Intermón, en Bolivia. Pero, según él mismo, fue en Mozambique donde vivió con toda la intensidad, plenitud y dedicación la experiencia de la vida compartida y comprometida: «Fue entre mayo de 1993 (después de dieciocho años de guerra civil, de 1977 a 1992) y enero de 1997. Fueron casi cuatro años, divididos en dos proyectos: los dos primeros, en un centro para niños de la calle, Infulene, en el río Maputo, con Madreselva, una ONG vinculada a las hijas de María; después, fui responsable del desarrollo logístico de Médicos sin Fronteras, en Chicualacuala, junto a la frontera con Zimbabue». Durante los meses de mayo, junio y julio de 1997 colaboró con la Fundación Vicente Ferrer, en Anantapur (India), en proyectos de desarrollo rural para las castas más desfavorecidas. Trabajó en Nicaragua en 1998. En 2001 comenzó su nuevo compromiso como familia monoparental, con seis hijos adoptados (tres con discapacidad) y también comienza a imaginarse y a formar la Fundación Crisálida por el desarrollo integral de personas con discapacidad intelectual, a los que ofrece empleo y vivienda. «Para avanzar hemos tenido la suerte y el privilegio de contar con la participación en nuestros diferentes eventos de personas de gran prestigio, como Lola Barrera, Víctor Manuel, Comediants, Cesc Gelabert, Marc Durandeau, Jovan Divjak, Otelo Saraiva de Carvalho, Clara Rojas, Manel Vila, entre otros.» Desde julio de 2013, y gracias a la creación de una panadería artesanal gestionada como centro especial de empleo (seguramente el único del país), emplean (con contrato, nómina y cotización) hasta 10 personas con discapacidad intelectual. Todo esto se ha hecho en Camporrells, un pequeño pueblo en un magnífico entorno rural, de solo 90 habitantes, en la Franja de Aragón. Allí viven, intentando reproducir la función básica de cualquier familia. «Crisálida nació cuando todos y cada uno de nosotros ya formábamos parte, sin ninguna distinción, de una gran familia y un pequeño pueblo.» Su madre, la matriarca, también vive con todos ellos, dándoles todo el amor, la generosidad y la delicadeza.
LA FUNDACIÓN CRISÁLIDA y JACINTO MARQUÉS MANCHO reciben el PREMIO LIBERPRESS ASOCIACIÓN 2019 por su maravillosa unión, convivencia, ingenio y generosidad, habiendo puesto en marcha y trabajado un proyecto pionero, que logran sacar adelante a base de imaginación y esfuerzo: un verdadero ejemplo para todos.