Después de la polémica de las caricaturas de Mahoma en 2005, Kofi Annan, entonces secretario general de la ONU, y Plantu, humorista gráfico de Le Monde, se reunieron en 2006 en la sede de la ONU, en Nueva York, junto con doce de los mejores dibujantes humorísticos de todo el mundo, para dar una conferencia titulada «Olvidar la intolerancia». De esta conferencia, salió Cartoonig for Peace, con el objetivo de promover la comprensión y el respeto mutuo entre personas de diferentes religiones y culturas, con el humor gráfico y la caricatura como medio de expresión de un lenguaje universal. Desde entonces, han hecho numerosas exposiciones y reuniones. En 2008, fruto del éxito obtenido, se creó la asociación francesa Dessins pour la Paix, que cuenta con centenares de dibujantes gráficos de todos los orígenes geográficos, religiosos y políticos. Cada miembro aporta su creatividad y sus creencias al equipo, con sede en París, en las instalaciones de L’Humanité, que se encarga de organizar acontecimientos en todo el mundo.
La asociación organiza exposiciones de dibujo de prensa, a menudo acompañadas de conferencias públicas en las que participan artistas invitados. Los temas favoritos de la asociación en las exposiciones son los conflictos armados, las amenazas climáticas, los derechos humanos, las desigualdades norte-sur, la censura y los tabúes. Las exposiciones también abordan temas más específicos, como por ejemplo la pena de muerte, los derechos de los niños… También ha creado el Premio Honoré-Daumier.
La asociación tiene como objetivo proporcionar protección y asistencia legal a los dibujantes que trabajan en ambientes difíciles, así como apoyarlos y orientarlos en el ejercicio de su profesión.
Cartooning for Peace recibe el Premio LiberPress Asociación 2013 por su espléndida trayectoria en defensa de los derechos humanos, la tolerancia, la solidaridad y la libertad de expresión; por defender el intercambio pacífico de ideas, costumbres y culturas por medio del humor; por utilizar, como armas penetrantes contra los poderes totalitarios, la intolerancia, el fanatismo y la inflexibilidad, sólo los dibujos de centenares de humoristas, y por procurar la paz en todo el mundo con la mordacidad, la ternura y la acidez del humor gráfico.